Hoy escribí mucho... Sobre manteles, ventanas, madera... Todo es efímero, hasta las letras, pues las que escribí en el mantel se las llevó el mesonero, las que escribí sobre la ventana fueron borradas por mi cabello al dormir y las que escribí sobre madera fueron manchadas con sangre, sal, y luego serán lavadas para que otra persona coma sobre ellas.
No recuerdo qué escribí, pero sé de qué y de quién escribí, y sé que si pensara en ello otra vez, escribiría las mismas palabras, pues los sentimientos siguen siendo los mismos de hace siete horas, de hace 1 día, de hace 1 semana, de hace 5 semanas... ¿Específico? sí, lo es...
Y me parece que necesito hablar, porque escribir no alcanza, no es suficiente, pero sé que no quieres y no debo, por eso, si lees esto, espero que te vaya bien, que aprendas bastante, que disfrutes mucho, que sea algo productivo, que tengas tiempo y espacio para pensar, que se aclaren todas tus dudas, que inhales y exhales hasta expulsar todas tus preocupaciones, que sonrías bastante y que no te ataque ningún pato.
El miércoles me despido, el viernes me voy, ¿cuándo volveré?, sólo si es que vuelvo, entonces no lo sé...
Y no me disculpo porque no te gusta...