El Mesonero Arrepentido.

     Hoy domingo 28 de Febrero salí con mis padres y mi hermano a comer al Rodeo Grill (creo) y nos atendió un mesonero que nos trató amablemente como debe suceder normalmente en un establecimiento decente. El mesonero al tomar la orden me dice: "tu papi y tu mami ya pidieron dos pinchos, un combo, dos guacamoles y papas fritas, permíteme recomendarte -si es que te gusta- unas arepitas, queso de mano, tostones, creadilla, chorizo, morci-...", lo detuve con una sonrisa y diciendo "no, gracias". Luego pregunta por las bebidas y dice mirándome: "además de refresco -7up y pepsi- , tenemos naturales, melón, piña, naranja, melocotón, limonada, nestea", yo pido 7up. Termina de tomar el pedido y se marcha.

     Al llegar a la mesa con la comida, noto que trae mi 7up pero "light", así que le pido amablemente que me la cambie por una pepsi. Su expresión fue de 'este carajito si es ladilla'. Comimos y mientras lo hacíamos, mi papá decidió que yo pagaría la cuenta con tarjeta de crédito para que no le salieran telarañas (por así decirlo) e imaginamos cuál sería la reacción del mesonero al ver que yo iba a pagar, añadido al hecho de que luego de terminar de comer, el mesonero se acerca y dice: "¿desean un postrecito?, un pie, una torta de chocolate, brownie, quesillo", a lo que mi mamá responde que no y el mesonero añade: "y para los niños, un helado...". Hagamos una pausa y aclaremos algo, tengo 19 años y mi hermano tiene 20, ninguno tenemos cara de niño. Continúo. Tampoco accedimos al ofrecimiento del helado y YO le pido la cuenta.

     Cuando se dispone a entregar la cuenta a mi papá, él y mi mamá me señalan, sí, sorpresa sorpresa, el niño va a pagar, ¿con qué?, con tarjeta de crédito, IMBÉCIL... 

     Al verse en dicha situación extraña, decide retirarse para que yo chequee la cuenta (me imagino), pero no regresa sino hasta cinco minutos después. Toma la tarjeta y la cédula y se marcha. Regresa con un bolígrafo y la factura para que yo estampe mi autógrafo en ella, al instante de ponerla en la mesa se da media vuelta y se retira de nuevo.

     Nosotros, cagados de la risa, dejamos el restaurante y al salir nos despedimos del mesonero, le digo: "gracias", pero ni siquiera es capaz de levantar la mirada y responder, mientras que sí les responde a los demás integrantes de mi familia.

     Eso te pasa por marico, mesonero ridículo...

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     By the way... En el carro se me ocurrió la idea de salir manejando yo y saludarlo desde detrás del volante, y aunque a todos nos pareció hilarante la idea, no lo hicimos.

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