Monóxido De Queteimporta

     Estoy escribiendo un cuento, bueno, no sé si llamarlo cuento, porque aunque es ficticio, no es para niños, es metafórico y como diría un amigo: "nihilista".

     Lo interesante es que lo estoy escribiendo a puño y letra en un papel, de hecho lo empecé a escribir en clases justo antes de comenzar a escribir esto, que de hecho es un derivado de mi idea original.

     El punto es que aunque yo "no escriba", porque en realidad no estudio letras, ni soy escritor, ni filósofo; me encanta escribir. Soy fanático de escribir, componer canciones cuando me inspiro o escribir pequeñas cosas insignificantes que pienso a diario.

     Lo que más me gusta de escribir es equivocarme. La sensación al tachar una palabra (no borrar) es -aunque suene extraño- placentera para mí. Agregar datos, notas, asteriscos, flechas a los párrafos que escribo me gratifica porque sé que tendré que escribirlo de nuevo y también sé que al escribirlo nuevamente se me ocurrirán más cosas y tendré que añadirlas y volver a escribir. Es un ciclo vicioso de tachones e ideas.

     Estoy consciente de que suena tonto y/o ridículo pero así como cuando tú te emocionas al recibir un mensaje al Blackberry, yo me emociono al escribir una idea nueva aunque no sea para la misma cosa que escriba en el momento, de hecho, es mejor así, porque tendré material para escribir más cosas, una excusa más para tachar.

     Retomando el tema inicial, el cuento que escribo ya tiene una hoja de "longitud" (¿longitud?, ¿duración?). Es el prólogo. Espero poder escribir los diez capítulos que me propuse y que pretendo que tenga la historia y aunque sé que lo lograré, lo que no puedo anticipar es cuántas páginas u hojas pueda escribir. Me gustaría que tuviera por lo menos diez páginas por capítulo, serían cien páginas, wow, un libro pequeño, genial. Pero me conformo con terminar de escribirlo y tenerlo completo, así solo sean veinte hojas en total, que por cierto yo consideraría un logro personal.

     Estoy emocionado. Vamos a ver cómo sale la cosa.

     Cuando tome cuerpo la historia la compartiré por aquí. Espero que para ese momento ya tenga por lo menos más de diez o quince lectores asiduos, suena como una cantidad pequeña, pero ¡hey!, es un blog pequeño.