Cómo todo puede cambiar cuando le preceden dos específicas letras, "oh". Una frase, digamos por ejemplo, "amargas mieles de la soledad", cambia completamente si escribo "oh, amargas mieles de la soledad". Es una frase cualquiera, inventada en el momento. Por ejemplo: "rechazo inminente de mi tesis", cambiémoslo por "oh, rechazo inminente de mi tesis". Se nota la diferencia.
Qué poderoso instrumento, una exhalación que nos permite expresar sentimientos varios y sin distinción, para lo que queramos, "oh, cómo anhelo el carmesí de tus labios". Sirve para todo y para todos.
"Oh, ¿y ahora, quién podrá defendernos?".
1 comentarios:
Ooooh :O
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