Now what?. Awkwardness forever.

Inspiración de suspiros, aspirados por la inspiración de mis suspiros. Cuando la inspiración es motivo de arrepentimiento, sólo queda materializarla para consumirla y que el arrepentimiento se esfume con ella.

Cuando se juega limpio no siempre se gana, hay que ser un maldito, un bastardo, un ruin canalla para que los que son limpios mueran como mártires de un mundo mundano, mundano e inmundo, controlado por el "¿qué dirán?" y por el "yo no fui".

Fracaso irrefutable de una campaña fracasada, teñida de victoria aplastante y con olor a éxito y renacimiento donde sólo hay cenizas y el humo hace imposible habitar ese espacio tan pequeño entre nosotros, espacio que decidiste agrandar en proporciones colosales hasta que nuestros cuerpos, rodeados de humo y ceniza ya fueran invisibles para el otro.

Cada uno con un fósforo en la mano, esperando la primera ráfaga del metano que salía de nuestras bocas y del sulfuro que preparaban nuestros dedos, culpables de todo.

Por eso es que de entre los escombros no hay cosa reconocible, objetos implosionados y chamuscados por un fuego que no precisamente era de pasión sino de presión.

Invocando la memoria y el pasado no hará que los restos se restituyan, simplemente haremos barro con nuestras lágrimas mezcladas con las cenizas. Barro duradero, que se quedará pegado a nuestros zapatos mientras caminamos para alejarnos el uno del otro.

Sólo un camino es el indicado, sólo un camino existe, y por ese camino sólo cabe una persona a la vez. Por eso pasaré yo primero. Porque tengo menos barro en los zapatos.