El menú de hoy...

     Desde hace rato que tenía antojos de comer perros calientes y no había podido porque no había salchichas en la casa -de las que se comen, eh-.

     Ayer mi mamá fue de compras y se trajo un paquete de salchichas y pues, ya era hora de matar el hambre y el antojo. Pero había otro problema, aunque esta vez se podría solucionar más fácilmente. No había pan de perro caliente. Así que tomé un pan de hamburguesa...

     Preparé las salchichas, saqué las salsas, destapé la bolsa de las papas y corté el pan de hamburguesa de una manera muy peculiar. Lamentablemente no tenía cámaras ni siquiera en el celular para poder mostrarles. Corté el pan por arriba como si fuera uno para perro caliente (desde ahora "perros"). Pero no fue un simple corte lo corté dos veces, como el pan de hamburguesa es del ancho de por lo menos dos panes para perros, entonces lo creí más conveniente...

     Era una bestia, era casi desagradable, era horrible, pero estaba sabroso jeje. Eran cuatro salchichas en un pan de hamburguesa, con salsa de tomate, papas, salsa de tomate, papas, salsa BBQ, papas, salsa de tomate, salsa picante, papas y salsa de tomate. Muchas papas = Mucho que masticar.

     Y comiéndolo, con la salsa picante, me fijé de un pequeño detalle del que no había reparado. No me serví ninguna bebida. FUCK. Ya me picaba la boca, los labios, la lengua, la garganta y estaba con la boca llena de papas, corriendo de un lado a otro para buscar algo frío para tomar. Coño, cómo puede ser que lo único frío sea agua, qué mierda comer "perromburguesa" y pasármela con agua.

     Cuando se hubo calmado un poco más la picante sensación; fui calmo a buscar un refresco (o gaseosa, como lo quieras llamar) y mucho pero mucho hielo. Desde ese instante todo fue felicidad. ¡Oh, satisfacción!.