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Ya que estamos hablando de fútbol...

Para nadie es un secreto que en Venezuela ocurre desde hace tiempo un fenómeno (o dos como explicaré más adelante) muy peculiar al cual han acuñado un término quizá igual de raro. El “pastelerismo” es el acto de “”“renunciar virtualmente al gentilicio deportivo -si es que ese término existe- de una nación para apoyar a otra””” (nótense el excesivo uso de comillas). Aunque la selección nacional de mayores de fútbol no haya clasificado para el mundial de dicho deporte, la población venezolana se vuelca a calles, centros comerciales, plazas y demás puntos de encuentro para aupar y/o celebrar por todo lo alto el triunfo de las selecciones de otros países.

Estamos de acuerdo en que a Venezuela llegaron muchos extranjeros huyendo de la guerra, de los problemas o simplemente vinieron de visita y al final se quedaron porque les dio fastidio devolverse a su país. También estamos de acuerdo en que esos extranjeros tuvieron hijos y sus hijos tuvieron hijos, y quizá perteneces a uno de ellos o uno de los anteriores y por eso sientes aquel nexo con la patria de tus progenitores, o los progenitores de tus progenitores (qué palabra tan larga).  Pero veamos otro caso: los brasileros son “hijos” de portugueses, los estadounidenses son “hijos” de los ingleses, los argentinos son “sobrinos lejanos” de los italianos/ingleses/irlandeses/escoceses [vamos, que no es lo mismo hablar de los portugueses en Brasil que los italianos/ingleses/irlandeses/escoceses en Argentina ya que todos los demás hispano hablantes (por algo será), e incluyendo a Argentina, somos “hijos” de España] pero no por eso vemos que la gente de esos países se pintan la cara con los colores de “la patria de sus ancestros”. No creo que en Brasil encuentres gente que se reúna (y llenen) en centros comerciales para ver un juego de Alemania contra Inglaterra, con banderas, franelas, vuvuzelas y demás accesorios con los colores de esas selecciones. Es más, creo que la única forma de que veas a un brasilero con una franela que no sea de un equipo de la liga de fútbol de su país es que detrás de esa otra franela “pastelera” tenga el nombre de un brasilero (Ej: una franela del Madrid que diga “Kaká”).

Pero esto en realidad no es una crítica a muerte hacia los “pasteleros”. Más allá de criticar a esas personas “pasteleras”, quiero criticar a quienes nos critican, porque yo también soy un pastelero. Mi papá es colombiano, mi mamá es caraqueña de familia italiana y yo soy uno de los venezolanos más apátridas que encontrarás, yo apoyo a Argentina.

Esto lo digo por el otro fenómeno que quería mencionar; la naciente y creciente raza de posers: los “nacionalistas recién convertidos”, porque alguien les haya abierto los ojos, o porque su corazón ahora late sangre vino-tinto o por la razón que sea. Siempre ha habido gente patriota, que les gusta apoyar su nación, sus raíces, su cultura, todo lo bueno proveniente de su país. Pero ahora hay gente que cree que toda su vida ha sido “nacionalista” –futbolísticamente hablando- por el simple hecho del auge que ha tenido el rendimiento de la selección nacional de fútbol en nuestro país además de (hay que reconocerlo) el gran desempeño que ha venido mostrando el Caracas Fútbol Club tanto nacional como continentalmente.

¿Por qué digo que se debe a aquellos hechos recién mencionados?, porque Venezuela siempre ha tenido como mayor exponente (deportivo) al Baseball o Beisbol (que por cierto detesto) y ahora que está llamando más la atención y se torna más atractivo el fútbol nacional entonces quieren llevar su “magallanismo” o “leoncaraquismo” hacia el mundo del fútbol.

Está bien, quieres que el fútbol sea acerca de comer arepas de harina pan, sancochos, hallacas, tomarte unas birras, y bucearte las tetas de las yanomamis (exagerando el patriotismo al máximo), entonces disfrútalo, apoya a Venezuela en beisbol, fútbol, tenis, golf, baloncesto, volibol, polo, waterpolo, rugby, pelotica e’ goma, atletismo y demás competiciones, pero déjame a mí celebrar las victorias del equipo que me inspira pasión, el equipo que me atrae al deporte, al que me despierta interés por el fútbol, el equipo que siempre seguí y seguiré y que aunque no sea mi país natal, no tengo por qué justificarte mi afición por él. En mi caso es Argentina, pero si apoyas a Italia, Brasil, Alemania, Inglaterra, Bosnia Herzegovina, Uzbekistán, también se vale…

Ah, pero esto no sólo queda en apoyar a Venezuela, para salvar las apariencias de su "fanatismo patriótico desenfrenado" comentan a viva voz: "vamos latinoamérica", "apoya a tu continente", "américa latina somos todos nosotros", como si de un mensaje socialista de unión y solidaridad se tratara, contra aquellos cabrones que vinieron a cogerse a nuestras aborígenes y robarnos el oro, "¿cómo es posible que apoyes a España?, por lo menos apoya a Brasil que son latinos (y tienen a los garimpeiros robándonos desde hace rato)". Hey, si me da la gana de irle a Bélgica porque me gustan las películas de Jean Claude Van Damme, ese no es peo tuyo, déjame ver el maldito mundial tranquilo.

Criticar es su hobby, es la verdad, si alguien piensa distinto a ti entonces hay que criticarlo (sí, así como estoy haciendo ahora mismo). Hay quienes se rehúsan a seguir el mundial de fútbol por su terquedad y mariquera injustificada y más allá de eso, no dejan que los demás disfruten. 

Quizá estoy viendo esto desde el ángulo equivocado, aún cabe la posibilidad de que seas alguna clase extraña de xenofóbico, porque, ¿acaso es mejor estar amargados en esta fiesta mundialista?, ¿es que se es “pastelero” por emocionarse?, ¿si no clasifica la vinotinto no tenemos derecho a disfrutar del deporte?.

Claro está que no quiero que vengan a joderme por no apoyar a la vinotinto. Qué carajos, ni siquiera está clasificada, mámate una paloma. Hay gente que la apoyó mientras pudo, mientras estaba en la lucha por el puesto mundialista, no lograron entrar y no por eso nosotros tenemos que apagar la televisión.

Y aunque defiendo a los “pasteleros” porque soy uno de ellos, también hay varios tipos de ellos. “Subgéneros” por darle un nombre.

Para mí, los Pasteleros Justificados son aquellos que descienden de extranjeros o que tienen doble nacionalidad, por eso sienten afinidad hacia el otro país, porque así lo educaron sus padres/tíos/abuelos o por decisión propia, no importa.

Están también los Pasteleros Descarados como yo, que apoyamos a una selección que no tiene que ver nada con nosotros ni nuestra cultura ni un bledo ni medio pepino verde pero que defienden sus colores con pasión y euforia incomparables.

Y luego aparecen los Pasteleros Jalabolas o Camaleones que se ponen la franela del equipo que vaya ganando y si eliminan al de ellos entonces van por el siguiente hasta apoyar al que finalmente quede campeón. No hay que llevar el “pastelerismo a muerte” a justamente ese extremo (la muerte), pero por lo menos muestra decencia y lealtad a los colores de tu “pastel”. No puedes pretender ser hoy de Japón para ir a comer sushi, luego de Brasil por el carnaval, mañana de Argentina para comer parrilla y pasado de Alemania sólo para enchufarte a la cola de ir a la Colonia Tovar a comer salchicha. Ten dignidad. [Este último párrafo inspirado por palabras de David Muñetones]








5 comentarios:

Iván Rojas dijo...

Jaja lo mejor que he leido de ti Jose Luis. Opino que la idea es precisamente disfrutar del fútbol, yo le voy a España porque siempre le he ido a España. Pero a la larga es una forma más de disfrutar el deporte, y sí, me molesta la gente que simplemente les gusta criticar a los "pasteleros", por ser originales, fíjate que este movimiento ni siquiera se veía cuando estábamos en bachillerato viendo el mundial del 2006, tal vez también porque en esa época ni el facebook ni el twitter estaban en boga, pero en fin.

¡Lo que digo es que viva el fútbol y viva el equipo español! ¡Y ojalá Venezuela esté en el 2014!

Jorge dijo...

Un poco radical en algún momento, pero estoy de acuerdo contigo... Lo único que agregaría es que por haber nacido en Venezuela, que mi mamá mi papá, mis abuelos y toda mi familia sean Venezolanos, no tiene por que gustarme cómo se juega fútbol aquí. Y lo ilustro de esta manera: si algún italiano, de familia puramente italiana y que no ha puesto un pie afuera de Italia en su vida, no le gusta la abominación que hacen sus compatriotas cuando están en una cancha de fútbol, es totalmente entendible y quién puede culparlo por irle a Alemania, Ghana o Corea del Norte.

Bueno, lo mismo pasa aquí, si no me gusta el fútbol venezolano, xq tengo que apoyar a la selección de Venezuela? Si me gusta como juega Alemania desde la primera vez que vi fútbol, acaso tengo que ser catire y de ojos azules para querer que ganen por su buen juego y orden táctico? Yo creo que no, me parece que cada quien debe ser libre de ponerse la franela que quiera, aunque por eso deba cargar el adjetivo de Pastelero mientras lo sea.

Con lo que no estoy de acuerdo, es con que el ser Pastelero deba ser denigrante o mal visto. Yo creo que el Pastelerismo es un derecho de cada quién, como el derecho a comprarse un blackberry en vez de un vergatario, escuchar queen en vez de luis silva o comer hamburguesa en vez de pabellón.

Después de todo esto, quiero aclarar que yo no me considero un pastelero, tengo franela del Barcelona, de Alemania y de Argentina, pero también del Caracas y de la Vinotinto, y todas tienen su momento y su lugar.

Anónimo dijo...

Difiero en tus definiciones de 'pastelero'. Tú apoyas una selección porque TE GUSTA y te apasiona su fútbol, no por tener alguna raíz o ascendencia alguna de ese país. Ésto es fútbol, un verdadero pastelero es aquél que sólo se acuerda de la existencia del fútbol como deporte cada cuatro años con la llegada del mundial, se va cambiando de equipo a medida que éste toma su curso y sobretodo: NO defiende lo nacional. En el caso de La Vinotinto, yo los apoyo y muero con ellos, pero en su defecto como no hemos logrado clasificar a un mundial, mi equipo favorito es Alemania, y siempre lo ha sido. Nuevamente, si Venezuela va a un mundial, muero con ellos hasta el final, porque es un sentimiento nacionalista, soy 100% venezolano. De lo contrario, puedo apoyar libremente y ser fanático de La Mannschaft, es fútbol, estás apoyando UN EQUIPO que admiras, no un país o continente, eso no te hace pastelero. Saludos ;) Es mi opinión, respeto la tuya.

hhyyooggaa dijo...

Gracias Didier por comentar, de hecho, gracias por aclararme lo que es la definición de "pastelero". Desde el punto de vista en el que te acercas a la situación estoy -sin ninguna vergüenza de por medio- de acuerdo contigo. Gracias de nuevo por leer y aportar tu punto de vista!

Louisianee dijo...

Soy una pastelera DESCARADA. xD

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